martes, 29 de abril de 2008

¿Criticar a Izquierda Unida?

El "destacado intelectual" gaditano José Manuel Roca dedica la última entrada de su blog a atacar a IU. La verdad es que yo no perdería un segundo de mi tiempo en criticar la cantidad de tonterías que allí se dicen si no fuera ¡ay! porque disfruta del raro privilegio de estar enlazado desde la página de UPyD Andalucía. Seguramente, el llevarse bien con la coordinadora (qué palabra tan inapropiada en este caso) cuenta más que la altura de sus argumentaciones.
Me sorprende el hecho, porque no sé yo en razón de qué sea en Izquierda Unida en quien convenga centrar el foco de nuestras miradas. En realidad me pregunto si no será un resabio de anteriores militancias, donde había que cubrirse el flanco izquierdo.
Hay que seguir trabajando la pedagogía política. En un país tan maniqueo como España cuesta esfuerzo que todo el mundo entienda esto de la "transversalidad".
Aunque no me extraña que algunos de los dirigentes de UPyD en Andalucía tengan dificultades en digerir el funcionamiento de una organización que practica la democracia de verdad, no sólo como eslogan.
El que Llamazares no pueda cesar fulminantemente a miembros de su organización por votar en contra de la opinión oficial no es algo que un demócrata deba lamentar, sino admirar, por mucho que se discrepe de la actitud de los concejales de IU en Mondragón y otros lugares.
La misma Rosa Díez nos ha dicho en un mitin en Sevilla "si algún día, desde la dirección del partido os pedimos que apoyéis algo que vaya en contra de nuestro programa, debéis negaros" Eso, que para los partidarios de la "lealtad inquebrantable" como José Manuel Roca será ridículo, es lo que a los ojos de los que vivimos la democracia hace tan grande a Rosa.
Pero qué democracia se puede esperar de alguien cuya idea de la participación consiste en eliminar o someter a censura previa todos los contenidos de las webs provinciales, prohibir o desvincular los blogs, e incluso eliminar la posibilidad de comentar los posts de su propio blog cuando encuentra un comentario (creo que era el único) que no es de su agrado.
Pasar de ser el más "pringao" en un partido a ser el mandamás en otro tiene estos efectos secundarios. Dicen que no hay peor amo que el que fue siervo.
Otro día hablamos del alcalde de Puerto Real.

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