martes, 22 de julio de 2008

88 días de singladura


Desde que comenzó a navegar, esta piragua surca aguas revueltas. No por gusto, ni por ambición, sino por responsabilidad.
Cualquiera de nosotros preferiría un sosegado paseo al atardecer en lugar de tener que remontar aguas bravas, intentando esquivar las rocas que amenazan con enviarnos al fondo y a los que desde la orilla se sienten ofendidos por nuestra singladura y nos arrojan piedras para evitar que avancemos.
Es habitual en política esperar 100 días para juzgar lo acertado de una iniciativa. Como en UPyD lo hacemos todo más deprisa, y los que estamos en la sombra todavía hemos de correr más, cumplir 88 días es todo un acontecimiento en un blog crítico, que no se dedica a copiar artículos de otros medios, sino que es todo producción propia.
Así que vamos a hacer un repaso y ver si hemos de cambiar algo.
Desde el principio apostamos por permitir a los lectores participar con sus comentarios y hemos de reconocer que ha sido un acierto, a pesar de algún que otro rifirrafe. Es verdad que algunos comentarios son más aprovechables que otros y que siempre hay algún energúmeno que sólo sabe hacer uso del lenguaje para insultar y calumniar a los que no piensan como él (en el supuesto de que él piense). Pero descartando estas intervenciones barriobajeras, hemos dado la posibilidad de iniciar un debate donde no había ninguno y hemos recibido muchas aportaciones que nos ayudan a mejorar.
Las críticas que recibimos los críticos (parece broma, pero es frecuente criticar más a los que critican que a los que dirigen. Arrimarse a los que mandan es conveniente) tienen tres líneas bastante reiteradas, que pasamos a comentar:

Uno: La teoría del submarino
Esta tesis mantiene que queremos cargarnos el partido. Al criticarlo públicamente estamos haciendo daño. Es evidente que es cierto. El día que algún medio de comunicación de peso (y alguno hay al que le encantaría hacerlo) se haga eco de lo que está ocurriendo en UPyD, los dirigentes van a tener que dar muchas, muchas explicaciones. Y me temo que algunas cosas no van a ser sencillas de explicar.
Pero, ¿qué alternativa tenemos? ¿Vamos a colaborar en el engaño? ¿En que se nos atraiga prometiéndonos democracia y "otra forma de hacer política" y se nos trate como en una república bananera?
No es de recibo el rumbo que lleva el funcionamiento de UPyD. Hemos repetido hasta la saciedad que es necesario el debate interno. Sobre todo en un coglomerado humano tan diverso como el que forma UPyD a día de hoy. Pero se nos niega sistemáticamente cualquier posibilidad de intervenir. El día que tengamos vías para el debate en el seno del partido, la piragua no volverá a tomar ese rumbo.
¿Quién está definiendo la actividad parlamentaria de UPyD? ¿Quién produce los documentos que van configurando la línea del partido? ¿Con qué representatividad actúan esos compañeros?
Algunos tienen la suerte de tener un coordinador territorial o local con mejor talante que fomenta, o al menos tolera, el debate. Otros sufrimos coordinador local con actitudes de dictadorzuelo despótico combinado con un coordinador territorial que no termina de deshojar interminables margaritas y capaz de justificar cualquier abuso para no tener que intervenir.
Queremos lo que nos prometieron, lo que UPyD puede llegar a ser. Si va a seguir siendo una especie de mafia donde los padrinos dirigen y para el resto la ley del silencio, no vale la pena trabajar por eso.

Dos: La teoría de Iznogud
Queremos quitar a los que mandan para mandar nosotros. Esta teoría es tan estúpida que no vale la pena perder el tiempo. Si quisiéramos trepar, el camino hubiese sido arrimarse a los jerifaltes, no criticarlos.

Tres: El anonimato
De todas las críticas, esta es la que más me da que pensar. Algunos dicen que cómo va a tomarse en serio una crítica si no se sabe quién hay detrás.
Yo creo que lo importante es lo que se dice y no quién lo dice, aunque es cierto que la política genera muchas desconfianzas y que conocer al autor de las afirmaciones ayuda bastante a doblegarlas y tomarlas en su justa medida.
También es una tradición literaria el uso de seudónimos para criticar a los poderosos, por motivos fácilmente imaginables.
Los problemas para renunciar a ese anonimato son dos: Por un lado, unos dirigentes que han demostrado tan poco aprecio por el juego limpio democrático no tendrían muchos escrúpulos en acabar con la crítica eliminando a los críticos. Confieso que cada vez esto me preocupa menos. Si UPyD no cambia, seré yo el que la deje. Así que tanto me da si me expulsan.
Por otro lado, con unos usos tan dados al sectarismo, rapidamente nos colgarían cuarenta etiquetas difamatorias para que cualquiera desconfiara de nuestras palabras. Eso, lo se por experiencia, provoca que tu fama te preceda y que todo lo que digas o propongas se interprete en la clave de tus supuestas intenciones. Una losa difícil de llevar.
A pesar de estos inconvenientes, no termino de tenerlo claro, por lo que hemos decidido crear una nueva encuesta para recabar las opiniones de los lectores del blog. Algo así como "el comodín del público"
Os invito a participar y a dejar vuestros comentarios sobre la pertinencia de continuar la crítica anónima o hacerla a cara descubierta.
Tras el verano tomaremos una decisión.
Como siempre, todas las opiniones sobre el camino recorrido por la piragua, si está siendo útil y sus aciertos y desaciertos serán bienvenidas.

viernes, 4 de julio de 2008

Dudas existenciales

Estatutos de Unión, Progreso y Democracia

Art. 6: Derechos de los afiliados.

1.- A participar en las actividades del partido y en los órganos de gobierno y representación, a ejercer el derecho de voto, así como asistir a la Asamblea general, de acuerdo con los estatutos.

2.- A ser electores y elegibles para los cargos del mismo.

3.- A ser informados acerca de la composición de los órganos directivos y de administración o sobre las decisiones adoptadas por los órganos directivos, sobre las actividades realizadas y sobre la situación económica.

4.- A impugnar los acuerdos de los órganos del partido que estimen contrarios a la Ley o a los estatutos.

5.- A proponer candidaturas y listas electorales, tanto en elecciones internas del partido como en elecciones públicas a las que concurra el partido, recibiendo respuestas razonadas de los órganos competentes.

6. – A proponer modificaciones del programa electoral del partido, congruentes con los fines específicos expresados en estos Estatutos.

7. – A divulgar sus propuestas en el interior del partido con el apoyo de los órganos de dirección, con vistas a mantener debates internos sobre cuestiones de política general o sectorial y de programa, y sobre asuntos de la organización.

8.- A expresar públicamente sus puntos de vista sobre cuestiones políticas o de interés general, manifestando libremente sus acuerdos o desacuerdos con la línea oficial del partido.

En UPyD-Sevilla (y en otros muchos lugares) se están incumpliendo todos.

Esto no es cuestionable, son hechos demostrables. Y todo el que debería hacer algo lo sabe y no hace nada.

Y yo me pregunto:

¿Por qué?

¿Por qué algunos señores (y señoras) que ocupan los cargos de responsabilidad del partido incumplen sistemáticamente sus estatutos?

¿Por qué todos los afilados callan y no plantean ninguna queja ante la violación de sus derechos y el patente engaño?

Si no sois capaces de levantaros cuando dentro del mismo partido se actúa dictatorialmente, ¿que narices vais a cambiar en la política nacional?

UPyD: El mismo rollo, pero de color rosa.